Son dos trastornos frecuentes del sistema esquelético, que a menudo se dan a la vez, y que afectan con mayor intensidad a las mujeres.
La artrosis consiste en una disminución de los cartílagos, y en la osteoporosis, de los huesos. Se manifiestan a partir de la mediana edad, pero en realidad comienzan a gestarse mucho antes. Entre las posibles causas hay dos muy claras: nutricionales y mecánicas. La buena noticia es que sobre ellas podemos incidir con un buen cuidado quiropráctico y con un un buen estilo de vida.
Desde el punto de vista de la Quiropráctica, consideramos que ha de ser la propia habilidad del cuerpo la que se encargue de adaptar y fortalecer los huesos. Teniendo esto en cuenta, también consideramos que un funcionamiento adecuado del sistema nervioso es esencial, tanto para la función como para la adaptación. Por lo tanto, es una buena idea mantener su columna vertebral libre de interferencias nerviosas (subluxaciones), y darle así a su cuerpo la mejor oportunidad para que se adapte con normalidad y sanamente.
-Como mis huesos son tan frágiles, ¿son seguros los ajustes quiroprácticos?
-Claro que sí. Los quiroprácticos tienen un conocimiento de la columna vertebral extenso y detallado y las diferentes técnicas de ajuste se adaptan a cualquier persona teniendo en cuenta su edad, condición física y estilo de vida. Es un mito erróneo que el ajuste se excede en fuerza. Los ajustes son específicos, seguros, naturales y es realizado con alta velocidad pero con poca fuerza e impacto.
-La osteoporosis me incapacita, ¿la quiropráctica me ayudará?
-Por supuesto que sí. Lo que nosotros buscamos es que puedas expresarte al 100%, que tu salud sea la máxima y que puedas vivir de forma natural. El envejecer no tiene porqué ser sinónimo de incapacidad y el tener osteoporosis o artrosis no tiene porqué ser sinónimo de “ser un enfermo”.